08-02-2016
El Balance de los 10 años de la Bolsa de Productos y sus Planes en el Negocio de las Facturas
Aumentar la cantidad de proveedores que emitan facturas para responder a la creciente demanda de los inversionistas, es parte de la agenda de trabajo que se ha planteado este centro bursátil

Durante 2015 la Bolsa de Productos transó un total de $567.508 millones, lo que significó un aumento de 12% anual. Esta cifra y la evolución ha venido mostrando este centro bursátil son algunos de los elementos que le permiten a su gerente general, Christopher Bosler, hacer una positiva evaluación de los diez años de operación que completó esta entidad y delinear lo que estima son auspiciosas proyecciones

La Bolsa de Productos opera desde 2005, luego que se lograra destrabar la Ley 19.220, y aunque en sus inicios era más bien un banco agrícola, con el tiempo se ha diversificado y actualmente se transan facturas de áreas tales como alimentos, industrial, minería, energía y retail, entre otras. “En sus inicios, se creó como una instancia de conexión entre el mercado real agrícola y el mercado de capitales, con financiamiento, por un lado, y, por otro, con un lugar centralizado de negociaciones para productos como trigo, maíz y ganado, explica Bosler. Pero, además, esta bolsa permite al comprador y al vendedor operar bajo reglas estandarizadas y la formación de precios en el encuentro entre oferta y demanda, agrega.

En su década de funcionamiento, la entidad prácticamente ha mantenido su ritmo de crecimiento. Ello, por cuanto en 2012 enfrentó pérdidas de un 66%, que fueron explicadas en gran parte por la quiebra que había enfrentado un año antes la eléctrica Campanario, que dejó facturas vencidas e impagas por $2.182 millones.

Excepto por ese episodio, las cifras obtenidas son positivas y las proyecciones son auspiciosas, dice Bosler. “Al hacer una comparación a nivel bursátil considerando las cifras del año pasado, se observa que las bolsas de valores en Chile cayeron un 30% en volúmenes, las empresas de factoring no variaron y nosotros crecimos un 12%”, destaca.

CORREDORAS

En la actualidad, las corredoras que operan en la Bolsa de Productos son 12 siendo BCI y Eloy las más nuevas. Durante 2015 LarraínVial concentró el mayor porcentaje de participación en los montos transados, con un 45% y un aumento de 74,1% respecto a 2014. En segundo lugar se ubicó Ban Tattersall, con un 15,7% de los montos transados y un 16,4% de incremento en relación al ejercicio anterior. Esta última corredora trabaja desde 2007 en esta bolsa y se dedica principalmente a la compra y venta de mercado vivo, siendo la más grande en esta categoría. En 2015 transó cerca de US$100 millones en ganado.

“Hemos puesto un constante foco en ser una real alternativa de financiamiento para empresas y agricultores, objetivo que creemos haber logrado en estos años”, dice José Miguel Carrasco, gerente comercial de Ban Tattersall.

Si bien Eloy se integró en junio del año pasado a la bolsa, durante 2015 transó montos que representaron el 3% del total y su pretensión es aumentar su participación a un 15% durante este año.

Su gerente general, Juan Diego Grass, explica que han centrado su trabajo en líneas de inversión atractivas principalmente para los fondos de Inversiones y los family offices, de tal forma de ofrecerles un flujo de transacción más alto, sin importar si los proveedores aportan con uno o diez millones de pesos en facturas. A mediano plazo, estima Bosler, “los factoring medianos se integrarán como corredores porque así podrán empaquetar facturas, garantizarlas y venderlas en la Bolsa de Productos, a través de ellos mismos como nuevos corredores y no a través de otros”.

FACTORING VS BOLSA

Los proveedores que venden a las empresas inscritas en la Bolsa de Productos reciben facturas, pudiendo hacer líquido el dinero de estos instrumentos antes del plazo estipulado con una tasa de descuento, por medio de una corredora que las coloca entre inversionistas. Así, por ejemplo, las tasas de descuento a las que acceden los proveedores del retail pueden ser de un 0,72%; de un 0,90% en el sector agrícola ó de 1% en alimentos, a un plazo de pago de 30 días.

El gerente comercial de Ban Tattersall indica que “se puede acceder a tasas de financiamiento muy por debajo del promedio de la industria de los factoring, ya que el inversionista medirá exclusivamente el riesgo del pagador, por lo que la situación financiera de quien cede la factura no será relevante para la operación”. Adicionalmente, los proveedores quedan exentos de responsabilidad ya que no se les exigen pagaré, avales ni garantías lo que sí ocurre en los factoring tradicionales.

TRABAS Y DESAFÍOS

El principal trabajo que están desarrollando todos los actores de la Bolsa de Productos es aumentar la cantidad de proveedores que emitan facturas, ya que hay bastantes inversionistas interesados en transarlas, siendo los family offices, grandes compradores, según indica Bosler.

Así, buscan aumentar los montos transados para 2016 en más de un 12%.

Para Eloy, otro de los temas a abordar corresponde al hecho que, en algunas ocasiones, los proveedores prefieren transar en los factoring la totalidad de las facturas, ya que no todas las empresas para las que venden sus productos están registradas en la Bolsa de Productos. Por ahora, este tema lo han solucionado mediante una alianza con la aseguradora Aval Chile, que les permite financiar la cartera completa que les vende el proveedor, incluyendo facturas de empresas que no se encuentran inscritas formalmente en la Bolsa de Productos.

En cuanto a las empresas pagadoras que sí están inscritas (que son alrededor de 300), Bosler señala que “son empresas que tienen clasificación de riesgo por emisión de deuda local e internacional, son filiales de multinacionales que tienen clasificación de solvencia sobre triple B, también hay empresas del Estado y hay un grupo de compañías que tienen un patrimonio mínimo de US$8 millones y ventas de US$16 millones al año, aproximadamente”. Otro desafío que resalta Bosler es que las AFP puedan comprar facturas, es decir, que el Depósito Central de Valores pueda custodiarlas.

“Por ejemplo, en Perú, donde se tomó como ejemplo la ley de facturas chilena, desde el día uno se permitió que Cavali (Registro Central de Valores y Liquidaciones) pudiera custodiar facturas y aquí estamos a tropezones tratando que eso resulte. Son temas legislativos muy fáciles de solucionar, pero que necesitan un espacio en el Congreso”, explica. Destaca que “si las tasas en la Bolsa ya son bajas, con el ingreso de las AFP podrían serlo todavía más, alrededor de 0,5%, lo cual va en beneficio de las pymes. Y la AFP, por su parte, ganan en diversificar su portafolio de inversión en instrumentos locales a corto plazo”.

Fuente: Diario Estrategia

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