El episodio, que se produce principalmente por altas temperaturas en el agua y elevada luminosidad, generaría -según cálculos efectuados a la fecha-, una pérdida de 15% en la cosecha de 2016 de la especie salmón del atlántico (salar). La extracción caería desde las más de 600 mil toneladas de 2015 a 513 mil toneladas este año, según estimó un reporte especial de SalmonEx, división de negocios de la Bolsa de Productos. La proyección considera que desde ahora solo habrá una expansión marginal de esta plaga.

El documento también consigna que la reducción de la cosecha se verá desde mayo y que la mayor parte de esta merma de la especie salar se apreciará en el tercer y cuarto trimestre de 2016. En las otras especies también habrá un impacto: en salmón coho, el efecto del "bloom de algas" generará una pérdida de 6.160 toneladas, y en la trucha, de 8.700 toneladas.

El informe cifró los efectos económicos para la industria en menores ingresos por US$ 500 millones. Esto, considerando el precio actual del producto, que ronda los US$ 4 por libra. Javier Peró, product manager de SalmonEx, señaló: "son ingresos que se dejan de percibir porque estos peces se iban a cosechar a fines de este año".

Con las pérdidas de cerca de 100 mil toneladas potenciales que estimó SalmonChile que se producirán entre salmón del atlántico y coho, la producción total del país bordeará las 700 mil toneladas para este año. Javier Peró explicó que antes de que aparecieran indicios del "bloom de algas" la producción proyectada total para este año era cercana a las 811 mil toneladas.

Si bien el impacto económico para las empresas del sector será importante, la menor producción impulsaría los precios internacionales del salmón. Esto, debido a la caída en la oferta por la menor cosecha, según fuentes del sector. Agregaron que los volúmenes de 513 mil toneladas de salmón atlántico previstos para este año se asemejan a los niveles de producción de 2013. En dicho ejercicio, el precio fue superior al actual en aproximadamente US$ 1 por kilo de salmón. Un escenario de valores como ese podría implicar algunos ingresos adicionales, compensando, en parte, el daño producido por las algas.

Fuente: El Mercurio