Mejoran plazos de pago a pymes pese a incierto escenario económico
El promedio en el cuarto trimestre de 2015 fue de 46,1 días. Bajó más de una semana en comparación con la medición anterior.
Las contingencias que enfrenta la economía chilena no afectaron los plazos de pago de las grandes compañías a las pequeñas y medianas empresas en el cuarto trimestre de 2015.
Según el ranking de pagadores que elaboran la Bolsa de Productos de Chile (BPC) y la Asociación de Emprendedores de Chile (Asech), el plazo promedio de pago de las grandes empresas a los proveedores pyme tuvo una sustancial mejora en el cuarto trimestre del año pasado en comparación con el trimestre anterior.
El plazo promedio de pago a proveedores pyme cayó de 53,7 días (julio-septiembre de 2015) a 46,1 días (octubre-diciembre 2015). Con ello, se supera en 7,6 días —más de una semana— el resultado de la medición inmediatamente anterior.
Se trata de la cifra más baja desde el cuarto trimestre de 2012, en que los plazos de pago a las pymes registraron un promedio de 44,3 días.
El estudio también muestra una leve mejora de un día respecto de los plazos de pago que se registraron en el mismo período de 2014, cuyo promedio fue de 47,1 días.
El presidente de la Asech, Juan Pablo Swett, destacó que la disminución en el plazo de pago “es una excelente noticia para las pymes, sobre todo por la carga de gastos de la última parte del año. Además, en algunos casos, los meses de verano son lentos en ventas, y necesitan hacer caja”.
El dirigente valoró que este ranking “esté generando mayor conciencia entre las grandes empresas en su relación con sus pequeños proveedores, sobre todo en momentos en que la economía chilena está estancada y se proyecta un 2016 malo”.
El gerente general de la BPC, Christopher Bosler, destacó que esta es una tendencia y que “los grandes pagadores estarían aplicando políticas especiales de pago a sus proveedores pyme, como podría ser el Sello Propyme u otras acciones de sostenibilidad”.
Colusión impacta a las pymes
Los actos de colusión que han surgido en los últimos años generan preocupación en el mercado y producen un fuerte impacto en las pymes. Así lo manifestó Bosler, quien afirmó que “cualquier actividad anticompetitiva restringe las libertades y oportunidades que tienen las empresas de menor tamaño para desarrollarse”. En la misma línea, Swett aseguró que “al fijar cuotas y precios de mercado no solo se perjudica directamente a emprendedores que quieren ingresar al mercado, sino que incluso se podrían coludir para establecer mayores plazos de pago a las pymes”.
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